La película que nos contamos

nuestra manera de ver el mundo

Nuestra manera de ver el mundo: un posible obstáculo

Con mucha frecuencia, nuestra manera de ver el mundo y a nosotros mismos se convierte en un obstáculo para nuestro desarrollo, se convierte en una fuente de problemas.

Y esa manera de vernos puede que comenzara a forjarse cuando éramos unos niños.

Unos niños que se apañaban como podían en un mundo no siempre amable con ellos.

Y utilizaban las maneras de protegerse que tenían a mano, y llegaban a conclusiones sobre sí mismos y sobre lo que esperar de la vida propias de un niño y, muchas veces, adecuadas para la situación.

El problema es que la visión del mundo creada por el niño se convierta en los cimientos sobre los que se puede construir toda un enorme edificio al que llamamos nuestra vida de adultos.

El problema es que la película que nos contamos sobre lo que somos y lo que es nuestra vida sea una película de terror, o una de esas películas sesudas carentes de emoción, o una edulcorada versión de príncipes y princesas.

Formados por múltiples historias

Estamos formados por múltiples historias que nos contamos una y otra vez.

Somos poco más que esas historias.

Y esas historias son pocas.

De las infinitas cosas que hemos visto, oído, sentido, pensado…, elegimos unos escuetos capítulos para escribir nuestra propia novela.

Y luego la contamos y nos la contamos hasta aprenderla de memoria.

Otra historia que contar

Pero podríamos elegir otros detalles con los que componer otros capítulos y, por tanto, tener en nuestras manos otra historia que contar.

Es decir, podríamos actuar en diferentes películas y no estar representando siempre el mismo personaje.

Podríamos dejar de ser el eterno perdedor, o el chivo expiatorio de la familia, o el torpe que rompe cuanto cae en sus manos, o la mujer que salva a hombres imposibles, etc.; para pasar a ser un alivio para quienes nos rodean, o ese personaje que reconoce lo que desea y necesita y sabe conseguirlo y hacerlo compatible con las necesidades y deseos de los que le rodean, etc.

Algunas preguntas

¿Alguna vez te has parado a pensar que estás inmerso en la película que te cuentas a ti mismo?

¿Eres consciente de los capítulos que forman tu novela?

¿Te gusta?

¿Serías capaz de reescribir tu historia?

¿Cómo quieres que continúe y acabe?

Ojalá tengamos la inspiración suficiente para contarnos una historia en donde abunde la ternura y la alegría.

Ojalá sepamos inventar un mundo más sensato.

 

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