Tantra, orgasmo y felicidad

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Momentos de éxtasis

Supongo que habrás vivido más de un momento culminante mientras hacías el amor. Un abrazo perfecto con un ser querido en donde la distancia entre vuestros cuerpos, corazones y  mentes desaparecieron.

Momentos en donde te expandiste más allá de tus límites habituales.

Y el placer fluyó por todo tu cuerpo como si estuviese recorrido por una multitud de hormigas prodigiosas.

Pero, por desgracia, que difícil es convocar esos momentos de éxtasis. Nada en nuestras ajetreadas vidas parece prepararnos para que se produzcan esos estados de fluidez y armonía. Supongo que estarás de acuerdo conmigo, a tu pesar.

Una buena noticia

Esos momentos de éxtasis se pueden cultivar. Te puedes entrenar para que formen parte de tu vida cotidiana.

¿Cómo comenzar? Te contaré cómo lo hice yo.

Estaba viajando en coche: un largo viaje. En una de las paradas para descansar un rato, en un pueblo que ya no recuerdo su nombre (de esto hace más de20 años), en el escaparate de una librería vi un libro que no ha dejado de acompañarme desde entonces: “La senda del éxtasis” de Margó Anand.

Así comencé a interesarme por la visión tántrica del mundo. Y comencé a practicar.

Luego llegó a mi vida otro libro importante: “Tantra: el culto de lo femenino” de André Van Lysebeth.

¿Que es eso del tantra?

Es una muy antigua vía espiritual que incluye la sexualidad como una aliada para alcanzar la iluminación. ¡Qué diferente a como se entiende la sexualidad en nuestra tradición cristiana, ¿verdad?!

Para el Tantra el universo fue creado a partir de una unión sexual. El placer y el amor como origen y motor del mundo: ¡Visión revolucionaría aún hoy, pero imagínate hace unos miles de años!

No hay separación entre lo sagrado y lo profano; entre el cuerpo y el espíritu.

El universo es una enorme red consciente. Cada nudo de la red está en comunicación con todos los demás.

Cada célula es un ser viviente, con su propia consciencia. Así que la consciencia no se ubica en el cerebro: está repartida por todo el cuerpo. Y tú eres una colonia formada por millones de seres vivos conscientes e interconectados.

La misma energía que creó el universo te creó a ti. La misma fuerza que sigue creando el universo te sigue creando a ti: la creación ocurre instante tras instante.

Tu cuerpo real es un universo desconocido de una complejidad extraordinaria. El cuerpo que conoces no es más que un esquema mental, una imagen. En tu cuerpo existen potencialidades inimaginables que, habitualmente, quedan sin cultivar. El Tantra las descubre y desarrolla.

Tu autentica naturaleza es feliz. Si dejas de lado el ruido de la actividad mental cotidiana te encontrarás de cara con tu capacidad para el éxtasis.

Por supuesto podría seguir y seguir profundizando en la rica y hermosa visión del mundo que propone el Tantra, pero te aseguro que André Van Lysebeth lo ha hecho magistralmente en el libro que te mencioné. Así que espero haber despertado tu interés para que lo leas.

¿Cómo te puede ayudar el tantra?

Puedes descubrir con sus prácticas que según aumenta la energía de la que dispone tu cuerpo aumenta tu felicidad y el gozo que te proporciona el sexo. Aprenderás a movilizar la enorme energía que despierta la sexualidad. Y te abrirás a esa energía para que relaje y reconforte todo tu cuerpo. Te abrirás al orgasmo.

Luego aprenderás a contener esa energía, a dejar que se acumule mientras permaneces relajado. Como si pusieras un tapón en la bañera y dejaras que se llene de agua tibia y luego permitieras que se inunde placenteramente toda tu casa. Aprenderás a posponer el quitar el tapón (orgasmo) durante largos periodos de tiempo.

Te aseguro que en una magnífica sensación estar muy excitado sexualmente y simultáneamente relajado. Yo descubrí de esa manera que el amor es un estado muy alto de energía.

Sentirás que el orgasmo se extiende por todo tu cuerpo. Y si estás en compañía, notarás que la distancia entre tú y tu pareja desaparece. La intimidad será total.

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Me encantaría conocer tu opinión y tu experiencia sobre la sexualidad. ¿Te animas a compartirlas?

 

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