Rigidez y adolescencia: una mala pareja

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En todas las familias se dan algunas repeticiones en la comunicación entre sus miembros (sobre todo entre generaciones diferentes), estableciéndose un toma y daca que parece no tener fin y que puede volverse muy rígido.

Cómo desgraciarle la vida a los hijos

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Cuidar demasiado a nuestros hijos puede resultar muy peligroso. El estar al quite de cualquier necesidad que muestren para resolverla al instante les transmite lo mucho que los queremos, lo mucho que nos importan; pero también les decimos sutilmente que son unos inútiles, que son incapaces de resolver sus propios problemas.