Te propongo un ejercicio muy sencillo y poderoso. Llena la bañera y luego sumerge la cabeza durante aproximadamente dos minutos. A no ser que seas un buzo experimentado, sentirás una gran necesidad de respirar bastante antes de que transcurran los dos minutos. Creo que de esta manera queda demostrada la importancia de la respiración, así que no insistiré más. Ahora voy a poner la atención en otros aspectos relacionados con la respiración.