Si queremos conseguir que los niños con los que nos tratamos se comporten de una manera que facilite la convivencia conviene que empecemos por asumir que los adultos somos los responsables de que así sea.
Atención plena
A todos nos pasa el que con mucha frecuencia no prestamos atención a lo que estamos haciendo: no saboreamos lo que comemos porque estamos pensando en otra cosa; o leemos una página de un libro sin enterarnos de nada porque algo nos preocupa. Supongo que te resultará fácil añadir ejemplos.