Cuando tu estado de ánimo es bajo no conviene que te fíes de lo que te apetece o no te apetece hacer para organizar tus actividades diarias. La depresión es una muy mala consejera.
Cuando tu estado de ánimo es bajo no conviene que te fíes de lo que te apetece o no te apetece hacer para organizar tus actividades diarias. La depresión es una muy mala consejera.