¿Medicación o psicoterapia?

Este artículo lo he escrito después de leer el libro del psiquiatra español Julio Sanjuán titulado ¿Tratar la mente o tratar el cerebro?. Así que si quieres profundizar en las relaciones entre la psiquiatría y la psicología ya sabes dónde puedes hacerlo.

¿Cuándo es imprescindible la medicación?

Los trastornos mentales que requieren la utilización de los psicofármacos son las psicosis en general, la depresión mayor y el trastorno bipolar.

¿Cuándo es recomendable pero no imprescindible la medicación?

En algunas situaciones los psicofármacos pueden ser un apoyo a la psicoterapia, aunque no sean imprescindibles. En este grupo entrarán también trastornos para los que existe una psicoterapia que resulte efectiva y entonces se puede elegir entre medicación o psicoterapia, o decidir integrar ambas alternativas. En estos casos la medicación suele usarse para aliviar los síntomas de manera concreta durante una crisis, o a medio o largo plazo.

En este grupo de dificultades psicológicas estarían incluidos el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la distimia, los trastornos de ansiedad, los trastornos de conducta provocados por problemas neurológicos, el trastorno por déficit de atención, el insomnio (especialmente el agudo) y la disfunción eréctil.

¿Cuándo es mejor no medicar?

Para algunos trastornos no hay evidencia empírica de la eficacia de los psicofármacos o existe una gran controversia sobre la supuesta eficacia.

Estos trastornos son el deterioro cognitivo, las drogodependencias, los trastornos de alimentación, los trastornos de personalidad y el autismo.

Datos que sugieren la necesidad de tratamiento psicofarmacológico

En algunos casos la sola presencia del síntoma ya indica la necesidad de medicación, como ocurre con las psicosis. En cambio, otros trastornos deben de tener una característica de gravedad como ocurre con la depresión, la ansiedad o los síntomas obsesivos.

También la falta de respuesta al tratamiento psicoterapéutico puede hacer recomendable el uso de la medicación.

Dificultades que pueden indicar la necesidad de tratamiento psicofarmacológico:

  • Desorientación temporal y/o espacial.
  • Síntomas psicóticos como delirios, alucinaciones, ideas de referencia, etc.
  • Síntomas depresivos que incluyan retardo psicomotor (disminución de los movimientos espontáneos y provocados y lentitud de estos), ideas de suicidio.
  • Crisis de pánico persistentes.
  • Pensamientos obsesivos persistentes.
  • Insomnio agudo persistente.
  • Síndrome de abstinencia a drogas.
  • Falta de respuesta a la psicoterapia.

¿Cuándo está indicada la psicoterapia?

Existen psicoterapias de probada eficacia para todos los trastornos de ansiedad (ansiedad generalizada, pánico, fobias), depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático y disfunciones sexuales.

La psicoterapia es recomendable pero su eficacia es dudosa o relativa para los trastornos de personalidad, drogodependencias, trastornos de la alimentación.

Para estos trastornos no existe una solución empíricamente probada (ni con psicofármacos ni con psicoterapia) para ayudar a las personas que los sufren. Lo cual no significa que no haya nada que pueda ayudar, simplemente es que no ha sido probado suficientemente.

Datos clínicos que sugieren la conveniencia de recurrir a la psicoterapia

  • Deseo del paciente de realizar un abordaje psicoterapéutico
  • Presencia de conductas fóbicas persistentes
  • Rituales obsesivos
  • Crisis de pánico
  • Trastorno de ansiedad generalizada
  • Disfunciones sexuales
  • Trastornos de alimentación: anorexia, bulimia
  • Alucinaciones, con alto nivel de ansiedad, resistentes a tratamiento con antipsicóticos.
  • Trastornos adictivos
  • Problemas de conducta en la infancia-adolescencia
  • Trastornos adaptativos
  • Trastornos de personalidad
  • Cuando el paciente (no psicótico) rechaza tomar medicación

¿Por dónde empezar?

Aunque no hay normas fijas a la hora de indicar un tratamiento ya hemos visto que hay tres trastornos que requieren el uso de medicación y que, por tanto, conviene empezar con los psicofármacos: la psicosis aguda, la depresión melancólica y el trastorno bipolar.

Por el contrario, conviene empezar por la psicoterapia en las fobias, trastornos de pánico, trastornos de estrés postraumático, trastornos de personalidad y trastornos de alimentación.

Se puede empezar con medicación o psicoterapia o con ambos dependiendo de diversos factores (entre los que se incluye la opinión de la persona que sufre el trastorno) en los siguientes trastornos: trastornos depresivos moderados-leves, trastornos de ansiedad, trastornos adaptativos, trastorno obsesivo compulsivo y las disfunciones sexuales.

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