En este artículo quiero compartir mi humilde experiencia como psicólogo online, es decir, como psicólogo que a veces atiende a sus clientes utilizando internet.
Dolor fuerte de espalda: Dómalo con psicología y meditación
¿Has notado que cuando te duele la zona lumbar aumenta tu preocupación y eso hace que te duela más? ¿Quieres romper ese círculo doloroso?
Te ofrezco 3 consejos psicológicos y 8 ejercicios de meditación que te ayudarán a quitarle al dolor las riendas de tu vida.
Relaciónate con el dolor de manera más inteligente
Son muchos los problemas médicos relacionados con el
estrés que están causados y exacerbados por los mismos esquemas
emocionales y mentales .El dolor es uno de esos problemas. Y el dolor de espalda uno de los más frecuentes.Así que te invito a echar una mirada a tus pensamientos y emociones por si te están haciendo sufrir más de la cuenta.
Regidos por reglas
Parece que algunas personas llevaran un librito bajo el brazo en donde están especificadas las reglas que les indican cómo tienen que lidiar con otras personas y cómo experimentarse a sí mismas. Algo así como un manual de instrucciones.
Amiga imaginación
La imaginación puede ser una magnífica aliada en nuestra vida. También, por supuesto, puede convertirse en la más implacable enemiga. Sobre esta segunda posibilidad creo que cada uno de nosotros tiene suficiente experiencia como para escribir varios artículos. Así que voy a centrarme en la imaginación como amiga que nos cuida y nos facilita las cosas.
La voluntad
Comentaba en otro artículo (Autonomía psicológica) que la autonomía ejerce una función integradora entre diferentes “piezas” que componen nuestra estructura mental. No siempre resulta fácil la convivencia entre nuestros deseos y las normas sociales, por poner un ejemplo; o entre querer complacer a un ser querido y nuestras necesidades.
Autonomía psicológica
Ser autónomo psicológicamente implica integrar unos cuantos aspectos como el tener claro cuáles son nuestras necesidades y deseos; la voluntad de alcanzarlos; la aceptación crítica de las normas y leyes impuestas por la sociedad; y, por último, el reconocimiento de los deseos, necesidades y voluntad ajena.